miércoles, 18 de mayo de 2011

Buenos Aires a pedal

Por estas calles de Buenos Aires
Voy derramando mis alegrías
En cada barrio, voy volcando mis canciones
lleno de anhelo, lleno de vida.
Calles porteñas de Buenos Aires,
Viejas cortadas, llenas de sol,
Canchas de foot-ball, pa los purretes
y en donde queda todavía un farol”

(Fragmento del tango “Calles de Buenos Aires”, de Nolo López y H. Morales)

La ciudad de Buenos Aires podrá hacer gala internacionalmente de tener las avenidas más larga y más ancha del mundo, pero el verdadero encanto porteño se percibe en esas calles laberínticas, de adoquines y veredas mal cuidadas, que transpiran historia. Esos pasajes en los que, cuando uno menos se lo espera, aparece una milonga, una parrilla, un centro cultural, escondido en un recoveco.

Esa es la verdadera Buenos Aires, la que los buses de turismo no recorren porque sus dimensiones hacen imposible la tarea. En ellos se muestra lo más glamoroso de una ciudad que siempre imitó a las grandes metrópolis europeas: majestuosos edificios, imponentes catedrales, plazas, fuentes,monumentos.

Pero la esencia porteña, le guste o no a quienes intentaron europeizar la ciudad, está en otro lado. Está en los barrios bajos, que fueron cuna del tango, ese baile sensual y arrabalero del que hoy se hace gala en los hoteles más lujosos y que cincuenta años atrás era pésimamente visto en las clases altas.

Desde hace algunos años, se han encontrado nuevas maneras de conocer Buenos Aires, que permiten respirar su esencia, sentirla, vivirla. Hoy es posible recorrer la ciudad en bicicleta, en patines o simplemente a pie, y hay incluso circuitos turísticos especiales para hacerlo.

En Biking Buenos Aires se pueden encontrar diferentes opciones para recorrer los distintos barrios y zonas de interés, dependiendo de la cantidad de horas que se esté dispuesto a pedalear.

Se puede recorrer el norte, denominado “pulmón” de la ciudad, que incluye los barrios de Recoleta, Palermo y Belgrano, la zona de más alto poder adquisitivo y con los parques y espacios verdes más tradicionales (de ahí el nombre de “pulmón”). La duración es de entre 3 y 4 horas. Tiene un valor de 30 dólares.

Otro circuito recorre el sur: los barrios de San Telmo, Puerto Madero, Montserrat y La Boca. Es el denominado “corazón” porteño, los barrios bajos donde florece la cultura popular (el fútbol, el tango, las murgas, los bodegones, las ferias al aire libre). También dura entre 3 y 4 horas. El precio: 35 dólares.


Graffiti tour y Garden tour

Luego se propone un concepto innovador: los circuitos temáticos. Se puede hacer el “graffiti tour”, que recorre las zonas con mayor influencia de la cultura urbana, visitando las distintas intervenciones que los artistas del aerosol realizan sobre bastidores de cemento; o el “garden tour”, que visita los parques, plazas y espacios verdes más importantes de la ciudad, como el Jardín Botánico, los bosques de Palermo y el Rosedal. La duración es la misma que en los dos anteriores y sólo se realiza los domingos. El valor es de 30 dólares.
Por último, se puede realizar el tour completo, que atraviesa los tres circuitos y dura entre 6 y 7 horas. Vale 50 dólares.

Todos los precios incluyen la bicicleta, guía biligüe, agua, una banana, mate y galletitas Frutigran.
También está la opción de simplemente alquilar una bicicleta y visitar la ciudad con un itinerario propio. La página proporciona un mapa de los posibles ciurcuitos que se pueden recorrer.



Una vez por mes se realizan tours nocturnos, y también periódicamente se organizan gigantescas bicicleteadas a las que denominan “masa crítica”, una suerte de caravana que viaja por la ciudad para molestia de conductores de automóviles, sorpresa de comerciantes y policías y alegría de vecinos y niños que disfrutan ver un espectáculo por demás inusual que rompe con la monotonía cosmopolita.

Juan Ignacio Agosto

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